José María Zabalza

Sobre el perfil

José María Zabalza, alumno del Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas, había rodado como práctica de fin de estudios en 1954 una peliculita de unos veinte minutos titulada Entierro de un funcionario en primavera, en la que ponía en solfa las pompas de las pompas fúnebres. Cuatro años más tarde, cuando va a abordar su segundo proyecto como director profesional, decide ampliar aquel cortometraje, añadirle varias tramas secundarias y de este modo surge el largometraje Entierro de un funcionario en primavera. A lo largo de treinta años, Zabalza luchará por sacar adelante una carrera personal, escribiendo sus propios guiones en la mayoría de los casos, autoproduciéndose mediante las marcas Haz Films y Uranzu Films, y apareciendo a menudo en papeles de cierta extensión en las películas que dirigía. Que éstas se deslizasen progersivamente por la pendiente del desaliño formal y narrativo, tiene que ver con su propensión a plantearse retos supervivenciales, como rodar tres westerns en siete semanas o facturar una cinta de terror psicológico y metraje estándar en veinticuatro horas. Zabalza se atrevió con el fantaterror y con los amoríos del torero y la folklórica, para terminar intentñandolo en el cine "S" y dirigir una película de denuncia del oscurantismo moral y religioso tan abstrusa como discursiva: La de Troya en el Palmar. Lejos quedaban ya el drama femenino de Camerino sin biombo, adaptación de su propia obra teatral, y los dos títulos en los que intentó un humor próximo al de La Codorniz yregusto macabro -Entierro de un funcionario en primavera y Julieta engaña a Romeo-, donde acaso se cifren sus mejores logros.

Fuente: DQVlapeli