Los restos del naufragio (1978)

Los restos del naufragio (Ricardo Franco, 1978)

Inmediatamente después del triunfo en Cannes de Pascual Duarte (1976), Ricardo Franco se embarca en la elaboración de una de sus obras más personales: Los restos del naufragio.

Elegía por las ideologías, canción de piratas, poemario íntimo, vindicación del teatrero Enrique Rambal, bolero de Bola de Nieve...

Todo cabe y se integra de modo orgánico en la historia de Mateo (el propio Ricardo Franco), que a consecuencia de un fracaso amoroso decide recluirse en un asilo de ancianos. Allí encuentra al Gran Pombal (Fernando Fernán-Gómez), histrión retirado que pretende poner en escena para los viejecitos el drama de su propio naufragio sentimental: su historia de amor imposible con la Bella Adelaida (Ángela Molina).