El momento de la verdad / Il momento della verità (1965)

El momento de la verdad / Il momento della verità (1965)

Miguelín es un muchacho andaluz, harto de la vida que ha llevado su padre en el campo. Emigra a Barcelona con una carta para un amigo de su padre, pero muy pronto se dará cuenta de que sin formación ni estudios las posibilidades de encontrar una buena colocación son mínimas. Una tarde, en el sótano de un bar, descubre la escuela taurina de Pedrucho. A partir de ese momento, hará cualquier cosa por triunfar en el mundo del toreo. Paso a paso, renuncia a renuncia, logra abrirse camino y tomar la alternativa. Sólo entonces se da cuenta de que el único motivo que la ha traído hasta aquí es el dinero.

El ascenso de Miguelín está narrado con un pulso documental tan firme como atractivo: las procesiones de Semana Santa, las capeas en los pueblos... Rosi emplea constantemente teleobjetivos que nos aproximan al torero y a su rival, el toro. El empeño es abolir la alternancia de planos cortos del actor que interpreta el papel de torero con los planos generales de un doble ejecutando la faena, que es como se han rodado todos los Curritos de la Cruz y las Sangres y arenas desde que el mundo es mundo. Filma de igual manera un encuentro en un bar del barrio chino barcelonés con una prostituta y una fiesta en casa de un aristócrata después de una corrida, demostrando una preocupación social de la que ya había hecho gala en Salvatore Giuliano y Mani sulla città. Pero, a partir de un determinado momento, él y Mario Serandrei, su montador, optan por plasmar la confusión vital del torero acumulando faenas con escasa progresión dramática. Es también el punto en que se le nota más alejado del mundo que retrata lo que desemboca en una resolución lógica pero abocada al tópico.

No obstante, ésta es una de las películas más interesantes que se han hecho nunca sobre el mundo taurino, junto con la mexicana Torero! (Carlos Velo, 1956).