Don Lucio y el hermano Pío (1960)

Don Lucio y el hermano Pío (José Antonio Nieves Conde, 1960)

Don Lucio y el hermano se sostiene, sobre todo, por las interpretaciones -Pepe Isbert y Tony Leblanc encarnan al limosnero y al pícaro que dan continuidad a la historia- y por esa afinidad con el costumbrismo y la picaresca que tenía entonces el cine español y que le confiere hoy un carácter de reportaje que es muy dificíl que el cine contemporáneo -aquejado de exceso de ortodoxia dramática y de hipertrofia en el diseño de producción- pueda tener algún día en lo por venir. En cambio, se echa un poco de menos la solidez en la construcción porque, si bien los episodios funcionan bien individualmente, no terminaban de potenciarse unos a otros. Objeción menor, en cualquier caso, a una película más que digna con vocación de cine popular. Aunque, claro, al director de Surcos (1951) y de El inquilino (1957) siempre se le pide más.