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Los ancianitos de una residencia planean un atraco para financiar la equipación de un equipo de fútbol de huerfanitos.
GÉNERO: Comedia,Intriga,Vejez
Fuera de juego (Fernando Fernán-Gómez, 1991)
Fuera de juego es una comedia ternurista con un poso amargo. La vida de un grupo de ancianitos abandonados por sus familias en una residencia religiosa cobra un nuevo sentido cuando en el orfelinato frontero hacen un campo de fútbol. Cada uno de ellos toma entonces la personalidad de uno de los críos y vive vicariamente una jornada semanal inolvidable. Sin embargo, la profesionalización del fútbol alevín amenaza la pervivencia del equipo. Un recién llegado a la residencia, que ha asumido las funciones de entrenador (López Vázquez) poropone a sus compañeros el atraco a una sucursal bancaria para financiar el equipo. Total, entre estar en la residencia dirigida con mano de hierro por "la bruja" (María Asquerino) y pasar los años que les queden por delante en la cárcel, no hay ninguna diferencia.
Fiada a su doble premisa -la de la identificación entre ancianos y niños y la del atraco perpetrado por unos seres desvalidos-, la cinta reposa sobre el mejor o peor hacer de un elenco excepcional, con el propio Fernán-Gómez al frente en compañía de López Vázquez, arropados por Manuel Alexandre, Antonio del Real, Tomás Zori y Luis Escobar en su última aparición en la pantalla, ya que falleció durante el rodaje. Ya sea por esta circunstancia o por el extrañamiento de Fernán-Gómez para con el material de partida, lo cierto es que apenas hay unos apuntes de las imaginativas propuestas que solía incluir en la películas que dirigía de encargo: un atraco a cámara lenta -como si de la "moviola" de un partido de fútbol se tratara- y alguna escena reivindicativa de los ancianos, planificada al modo del cine revolucionario soviético, no logran redimir una realización rutinaria -el movimiento de grúa siempre repetido en los planos de transición o las cortinillas recursivas entre secuencias- que termina inscribiéndose en una estética televisiva y merceriana. Acaso el propio Mercero hubiera conseguido sacar bastante más de un argumento con el que Fernán-Gómez sólo se identifica cuando puede identificarse con los deshererdados de la fortuna.