El expreso de Andalucía (1956)

El expreso de Andalucía (Francisco Rovira Beleta, 1956)

El expreso de Andalucía recrea aquel famoso suceso de la crónica negra española que culminó con varias ejecuciones sumarísimas en tiempos de la dictadura de Primo de Rivera. Los "hechos reales", castigados con criterio de ejemplaridad, se trasladan al presente (1956), sin que por ello pierdan fuerza ni dramatismo.

Como hará más adelante en Los atracadores Rovira Beleta propone un trío de delincuentes con  distinta extracción social y perfiles muy marcados a la hora de plantear la película. Andrade (Jorge Mistral) es un ex-pelotari caído en desgracia por una lesión. Mujeriego, jugador, impulsivo, es el cabecilla del grupo. Miguel (Vicente Parra) es un universitario ambicioso, hijo de un empleado del ferrocarril que ve en el robo la ocasión de conseguir dinero rápidamente. En cuanto, a El Rubio (Ignazio Balsamo), ha sido quien ha depositado las joyas en el vagón correo.

El resto de personajes funcionan por parejas: el perista Salinas (Carlos Casaravilla) y el comisario de policía (Antonio Casas); Silvia (Mara Berni), vedette de revista, mantenida de Salinas y amante deAndrade, femme fatale con todas las de la ley, y Lola, la hermana del Rubio (Marisa de Leza), la mujer buena y abnegada.

Además de manejar la intriga con solvencia, Rovira Beleta retrata un Madrid suburbial, en el que la ciudad se desmiga en desmontes y donde los alrededores de la estación de Delicias, el mercado callejero de la Ribera de Curtidores y el viaducto de la calle Bailén se convierten en escenarios con una función dramática muy precisa