Fra Diávolo (1962)

Fra Diávolo / I tromboni di Fra Diavolo (Giorgio Simonelli / Miguel Lluch, 1962)

Tras Madame sans Gene (Christian-Jaque-1961) y antes de acometer la producción de El tulipán negro / La tulipe noir (Christian-Jaque-1964), José Luis Dibildos se embarca en esta cinta de carácter paródico protagonizada por la pareja compuesta por Ugo Tognazzi y Raimondo Vianello, popularísima en Italia gracias al programa humorístico Un, due, tre…

El problema es que la coproducción tiene ciertas servidumbres y en los créditos italianos es una película de Tognazzi y Vianello con Rabal y en los españoles una de Rabal secundado por la pareja italiana. Lo mismo ocurre con María Cuadra y Moira Orfei. En cuanto a la dirección, Miguel Lluch y Giorgio Simonelli figuran en exclusiva en cada una de las dos versiones, aunque fuera el segundo quien se hiciera cargo del rodaje. El propio José Luis Dibildos, que además de productor aparece acreditado como guionista en la versión española, explicaba que su función en estas coproducciones no era otra que elaborar los diálogos españoles a partir de la plantilla foránea. Una vez más, el libreto es obra de dos parejas de guionistas italianos: Castellano y Pipolo y Scarnici y Tarabusi. Con estos últimos, Tognazzi y Vianello llevaban trabajando en el teatro de variedades desde 1951.

Tognazzi está a punto de dar el salto a un cine más ambicioso gracias a Il federale (Luciano Salce, 1961) y a su asociación con Marco Ferreri, pero todavía en esta época rueda anualmente cuatro o cinco cintas paródicas con Vianello en las que incluyen las rutinas cómicas que les han proporcionado una enorme popularidad en Italia. Sus respectivas conformaciones fisionómicas coadyuvan a ello. El rubio y espigado Vianello y el chaparro y moreno Tognazzi suelen ser amo y criado, oficial y soldado raso, empresario y empleado… En esta ocasión son el teniente Salimei y el sargento Visicato, que, en la vida civil, eran marqués y siervo. Este último -nuevo Sancho Panza en busca de ínsula que gobernar- empleará todas las tretas posibles con tal de conseguir unas tierras en propiedad de las muchas que posee su amo. Ambos están enrolados en el ejército y deben colaborar con las fuerzas napoleónicas, que persiguen a un audaz bandido napolitano conocido como Fra Diávolo (Rabal). Acogidos en el castillo del barón de Forzano, se encuentran con que Fra Diávolo está enamorado de la hija del aristócrata, la bella Cristina (Jackie Lane), y condenados a muerte. En su huida, Salimei y Visicato terminan formando parte de la banda de Fra Diávolo, quien empleará toda clase de tretas y disfraces para casarse con Cristina y derrotar a los franceses.