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Un hombre cae en una espiral que le empuja a jugar más y más.
GÉNERO: Adaptación Literaria,Drama,Intriga
El jugador (León Klimovsky, 1947)
Andrés (Roberto Escalada) ha caído en lo más bajo que puede caer un jugador: "levantar muertos" en el casino. O sea, robarle las fichas a quien ha ganado. Tres años atrás, cuando conoció a Paulina (Judith Sulián), apenas sabía que existía el juego. Entonces era un estudiante que luchaba por abrirse paso en la vida. Es así como entra a trabajar de secretario del doctor Guerrero (Alberto Bello) y se aloja en una modesta habitación en el mismo hotel que él, frente al casino. Paulina, la hija del doctor, le pide que apueste por ella. A partir de ese momento se establece entre ellos una turbia relación, porque el dinero que ha ganado es para pagar a un prestamista, el barón de Segal (Florindo Ferrario), que pretende casarse con Paulina. Al tiempo, el doctor cifra su supervivencia en la muerte de una acaudalada tía (la española Amalia Sánchez Ariño), a la que espera heredar. La irrupción de ésta en el hotel, vivita y coleando, provoca una crisis en todos los personajes –y un largo paréntesis cómico en el relato- que Andrés aprovechará para intentar alcanzar el amor de Paulina, sin comprender que ya la pasión amorosa y la del juego son indisociables. El encadenado en perpetuo giro de un remolino de agua, la ruleta y la pareja abrazada son la traducción visual de este tema.
El guión refuerza los aspectos inherentes a la diferencia de clases en las relaciones entre los personajes, acentuando el orgullo del entorno del doctor y el arribismo de Andrés. En paralelo, la formación cineclubista de Klimovsky le lleva a cargar la suerte en los aspectos formales, con angulaciones enfáticas en muchas ocasiones -un plano general picado seguido de planos medios de los personajes contrapicados- y movimientos que llaman la atención sobre sí mismos, como una discusión en la que la cámara, al tiempo que avanza, realiza barridos a derecha y a izquierda para recoger la réplica de cada personaje, o el punto de vista de la fortuna encarnada en la ruleta alrededor de la cual giran los jugadores como en un carrusel.