El conde Drácula (1970) / Cuadecuc-Vampir (1971)

El conde Drácula / Nachts, wenn Dracula erwacht (Jesús Franco, 1970) / Cuadecuc Vampir (Pedro Portabella, 1971)

La película de Pere Portabella Cuadecuc Vampir es una vampirización de la cinta de Jesús Franco El conde Drácula. Sólo que en lugar de tomar la película acabada y manipularla, realiza el proceso de canibalización durante el propio rodaje. Empecemos pues por esta coproducción de Arturo Marcos con sendas empresas alemana e italiana y un sustancioso adelanto de distribución del británico Harry Alan Towers. El rodaje tiene lugar en Barcelona y Roma, dirige -e interpreta el papel de criado- Jesús Franco y su principal baza es utilizar una vez más a Christopher Lee en el papel titular, después de sus deslumbrantes prestaciones en las películas dirigidas por Terence Fisher para Hammer Films. Como cualquier película de bajo presupuesto que se precie, El conde Drácula tiene su "gimmick", un truco promocional que sirve para su lanzamiento. En este caso será la fidelidad a la novela de Bram Stoker y el hecho de que el conde va rejuveneciendo a medida que vacía de sangre el cuerpo de Lucy (Soledad Miranda), al que volverá una y otra vez para saciar su sed de vida.

Portabella se plantea un pastiche estructuralista. Toma la plantilla del rodaje en Barcelona y ruda en blanco y negro, forzado al máximo el contraste por la utilización de negativo de sonido, y prescindiendo de la toma de sonido directo. La banda sonora de Carles Santos es absolutamente independiente de la imagen, reciclando algunos fragmentos de música instrumental y de ópera o recurriendo a efectos siempre asincrónicos. La cámara se sitúa en un punto en el que no interfiera con la fotografía principal y rueda la misma acción que ésta. En ocasiones, se reescenifica algún plano o se aprovecha un ensayo con iluminación porque el objetivo se acerca a algún intérprete sin recurrir al zoom. También pueda pasar que recoja un detalle que luego ha sido descartado en el montaje defnitivo, como el detalle grotesco de un saco que se arrastra junto al muro de la cripta sin que sepamos que hay en su interior o el plano en el que el personaje interpretado por Jesús Franco se persigna.

Y luego están los momentos que delatan la ficción a la que asistimos: la trastienda de los decorados, el equipo de cámara reflejado en un espejo, los encargados de efectos especiales esparciendo humo que simulará la niebla de los Cárpatos... La clausura es el único momento en que el sonido es sincrónico. Sin opciones para viajar al lugar donde Jesús Franco va a rodar el final de su película, Portabella hace que Christopher Lee lea en la sala de maquillaje el final del libro de Bram Stoker.