El mundo sigue vuelve a la pantalla grande

El mundo sigue (Fernando Fernán-Gómez, 1963)

Tras su estreno de tapadillo hace medio siglo, El mundo sigue regresa a las pantallas. Fernán-Gómez adaptó la galdosiana novela de Juan Antonio de Zunzunegui que pintaba con tintes tremendistas el Madrid de la posguerra al ambiente popular contemporáneo.

La historia sigue las vidas paralelas de dos hermanas, hijas de un modesto guardia municipal (Francisco Pierrá) y de una mujer (Milagros Leal) que ha luchado siempre por sacar a sus hijas adelante. La mayor es Eloísa (Lina Canalejas), belleza que ha ido ajándose desde aquel lejano verano de 1950 en el que obtuviera el título de Miss Maravillas (por el barrio en el que viven, claro) y fuera coronada por un periodista y dramaturgo enamorado de ella (Agustín González). Pero Eloísa bebía los vientos por un chisgarabís (Fernán-Gómez) que se gasta lo que gana como camarero en rellenar quinielas que lo conviertan en millonario instantáneo. Se casaron, han tenido tres hijos y viene otro en camino y Eloísa ya no sirve ni para venderse. Todo lo contrario que Luisita (Gemma Cuervo), la hermana pequeña. Ésta entiende pronto, que el único medio para salir del agujero es ir escalando en sociedad gracias a su cuerpo y da una serie de pasos calculados (Fernando Guillén, José María Caffarel...) que le permitirán pasearse en Cadillac por las calles de su viejo barrio. La frustración de Eloísa y la hipocresía de los padres ante el ascenso social de Luisita, azuzan el odio entre las hermanas y abocan la historia a un final trágico.