Avisa a Curro Jiménez (1978)

Por Dqvlapeli Blog - De qué va ... - 03/11/2018

Avisa a Curro Jiménez (Rafael Romero Marchent, 1978)

El escritor uruguayo Antonio Larreta y el actor y antiguo caballista Sancho Gracia concibieron en plena Transición una serie televisiva sobre un bandido generoso basándose más en la leyenda que en la figura histórica del barquero de Cantillana. Curro Jiménez conoció un éxito inmediato. Conformaban la banda El Estudiante (José Sancho), El Algarrobo (Álvaro de Luna) y El Gitano (Eduardo García), a los que más adelante se uniría El Fraile (Paco Algora). Semanalmente se enfrentarán con los poderosos, repartirán su botín con los necesitados y cruzarán sus destinos con los de hermosas mujeres, siempre algo adelantadas a su tiempo. Aunque el grueso de las tres temporadas fue dirigido por el pionero del western hispano Joaquín Luis Romero Marchent, más tarde se incoporaron su hermano Rafael, el veterano Francisco Rovira Beleta y realizadores con pujos de autoría como Mario Camus, Pilar Miró o Antonio Drove.

Durante la segunda temporada alguien decidió que confinar el éxito a la pequeña pantalla era una estrategia un poco miope y que se podía intentar el asalto a la pantalla grande. Hora y media de duración y pantalla ancha mediante un sistema denominado Technovision son las únicas aportaciones relevantes a lo que no es, por estructura y modos narrativos, más que otro episodio de la serie. Para la ocasión, Curro y sus hombres deben exculpar del cargo de asesinato a un anticuario (Walter Vidarte) que ha pujado en una subasta contra el representante del Museo Británico por un viejo tratado de botánica partido por la mitad. En realidad, él posee la otra parte y está convencido de que al unir las dos desentrañará la clave para descubrir el mítico tesoro de Almanzor, escondido en la Mezquita de Córdoba. El asesino es un viejo bandolero apodado El Jándalo (Alberto de Mendoza), prendado de Araceli (Sara Lezana) y con un viejo contencioso con el poderoso don Fulgencio (Alfredo Mayo). Al cortijo de éste quieren acceder Curro y sus hombres, pero también Henriette (Ágata Lys), una guapa francesa que pretende ser experta en botánica.

Apenas algunas cabalgadas y las trompadas propinadas por El Algarrobo asimilan la película al spaghetti western tardío. El zapateado de araceli durante el duelo a navaja entre Curro y El Jándalo carece de cualquier justificación dramática pero constituye una pieza exenta de un lirismo un tanto impostado pero no por ello menos eficaz y que destaca por derecho en una narración que apenas se sale nunca del camino ya trillado en la pequeña pantalla.