El rey del barrio (1949)

Por Dqvlapeli Blog - De qué va ... - 15/06/2014

El rey del barrio (Gilberto Martínez Solares, 1949)

Parece que no hubiera otro remedio que comparar a Germán Valdés "Tin Tan" con el comediante más célebre de México, Mario Moreno "Cantinflas". Nada más fácil, por otra parte porque sus modos de afrontar el humor son absolutamente opuestos. El humor verbal de Cantinflas procede por vaciado y el de Tin Tan por saturación. Donde el primero postula el vacío del lenguaje en un discurso tan logorreico como inocuo, el segundo llega al absurdo mediante la inflación de significados. En un momento de El rey del barrio Tin Tan le explica a la portera de la vecindad el "tropezón" de una prima suya, "Pueblerina", una "Flor silvestre", "Enamorada" de un canalla y "Abandonada" en el arroyo. No sólo ha dado un repaso completo a la filmografía del Indio Fernández, sino que ha desmontado ante los ojos del espectador todos los tópicos del melodrama indígena.

La parodia no se detiene ahí. La situación de partida remite a Nosotros los pobres (Ismael Rodríguez, 1946). Como Pedro Infante en ésta, Tin Tan tiene a su cargo un niño (Ismael Pérez "Poncianito") con un pasado misterioso, varias mujeres entran y salen de su vida, y se desenvuelve como pez en el agua en el barrio y el patio de vecindad.

A partir de este planteamiento paródico, todo puede pasar. Como que por ayudar a la inocente Carmelita (Silvia Pinal) se embarque en tres robos a otras tantas damas de la alta sociedad, haciéndose pasar por un cantaor español apodado "Er Niño de Pecho", por un decorador francés capaz de enervar a su carnal Marcelo (Marcelo Chávez) más allá de lo que Stan Laurel desquiciaba a Oliver Hardy, y por un profesor de canto italiano con una descacharrante millonaria (Famie Kauffman "Vitola"). Con todas ellas, sin importarle edad ni condición, Tin Tan se muestra besucón y toqueteante. Nada que ver con la infantilización de otros comediantes. Tin Tan será un inútil a la hora de llevar a cabo un golpe o de dominar a su banda, pero en lo tocante al sexo está tan despierto como Harpo Marx.

Tin Tan, el director Gilberto Martínez Solares y el guionista Juan García "El Peralvillo", se lanzan a una catarata de ideas cómicas que pueden resultar ocasionalmente inconexas pero siempre estimulantes. El "pachuco" Tin Tan, rey del barrio, añorante de los Estados Unidos hasta descuajaringar el habla, baila el danzón a ritmo de swing y canta aullando como el lobo de Tex Avery. Y devuelve lo robado porque el niño le ha metido ideas absurdas en la cabeza, pero está dispuesto a asesinar a su carnal Marcelo porque hace quince días que no mata a nadie. Y, para colmo, sale la felina Tongolele. ¿Quién da más?