Apenas un delincuente (1949)

Apenas un delincuente (Hugo Fregonese, 1949)

La larga sombra del policial verista estadounidense -con las producciones de Mark Hellinger a la cabeza- se extendió no sólo por Europa, sino que también alcanzó a Latinoamérica. Uno de los ejemplos más preclaros de este ciclo es Apenas un delincuente. Fregonese, que se había formado en Estados Unidos, acomete el rodaje en exteriores y decorados naturales de Buenos Aires imprimiendo un ritmo sostenido a la acción. Una pirueta argumental -un contable decide estafar medio millón de pesos a la empresa en la que trabaja y aguantar los seis años de condena para disfrutarlos a la salida- sirve de excusa para la descripción del ambiente porteño del juego y, más adelante, para narrar la fuga de presidio de un grupo de sanguinarios anarquistas. Todo se articula a través de un reportaje periodístico que vertebra el flashback que constituye el grueso del relato y que permite arrancar con una persecución policial a cuyo desenlace asistiremos al final.