Amor, qué malo eres (1953)

Amor, qué malo eres (José Díaz Morales, 1953)

Carlos Durán (Emilio Tuero) es condenado por narcotráfico. Unos gánsteres le ayudan a escapar y le proporcionan una nueva identidad, pero le indican que debe cruzar la frontera con Estados Unidos y no regresar nunca a México. Sin embargo, liberado de la tutela de los delincuentes durante una persecución policial, se dirige al Club Savoy de Tijuana, donde sabe que encontrará a Norka (Emilia Guiú), la mujer que le engañó para que trasladase la droga y que ahora es amante de El Filántropo (José María Linares-Rivas), un miserable que maneja toda clases de negocios turbios al tiempo que mantiene una fachada de respetabilidad gracias a sus obras de caridad. Katy (Rosario Gálvez), la encargada del guardarropa, el camarero negro (Eduardo Acuña) y, sobre todo, el pianista (Mario Ruiz Armengol)... todos los empleados del local conocen su pasado e intuyen su futuro trágico. Él mismo no duda de él, tras una inmersión en el pasado que nos retrotrae a los antecedentes de su amor por Norka, cristalizado en la canción titular "Amor, qué malo eres", y su caída.