La mansión de la niebla / Quando Marta urlò nella tumba (1972)

La mansión de la niebla / Quando Marta urlò nella tumba (Francisco Lara Polop, 1972)

Elsa (Analía Gadé) está casada con Ernest (Alberto Dalbés), pero éste tiene una amante (Ingrid Garbo) porque su mujer no mantiene relaciones con él a causa de un oscuro trauma de su pasado. Su administrador (Eduardo Fajardo) y la posesiva mujer de éste (Yelena Samarina) acuden a su casa para cerrar una venta que supone una importante cantidad de dinero. Por el camino se cruzan con un motorista (Andrés Resino) que ha recogido en una gasolinera a una autoestopista (Lisa Leonardi) provocando la ira de un conductor temerario (Franco Fantasia). Por unas causas u otras y debido a la niebla que se cierne sobre la carretera al anochecer en aquellos parajes aislados, todos terminan pernoctando en el caserón de Martha Clinton (Evelyn Stewart), por donde apenas pasa nadie puesto que dice la leyenda que allí habitaba un vampiro que asoló el cercano pueblo, ahora abandonado. A lo largo de la noche se van produciendo crímenes macabros, desapariciones y apariciones que invitan a sospechar que la leyenda es cierta. Sólo el motorista y la autoestopista mantienen el ánimo e intentan esclarecer el misterio, en tanto que una serie de flashbacks un tanto chirriantes muestran la enfermiza relación de Elsa con su padre (Jorge Rigaud) y se deslizan muy tenues alusiones a su frigidez o lesbianismo. Como en otras películas adscritas al filón de los caserones encantados los últimos diez minutos obligan al espectador a recomponer el puzzle.