Carmiña, flor de Galicia (1926)

Carmiña, flor de Galicia (Rino Lupo, 1926)

Carmiña, flor de Galicia es una revisión en toda regla -con algunas variaciones originales- de Mulheres da Beira (Rino Lupo, 1924).

La principal diferencia es la traslación de Oporto a Galicia como lugar de la acción. También la inserción en el relato de un apólogo histórico al modo cervantino en el que se ilustra el derecho de pernada, del que la situación contemporánea sería mero trasunto actualizado.

Por lo demás idéntico es el drama de la muchacha campestre (Maruja del Mazo) con un padrastro tiránico (António Teixeira Porto) y un pretendiente tan ingenuo como ella (Eduardo Prados), seductor de la ciudad (Juan Muñoz del Río) que la deshonra y luego se va en pos de una mujer de su clase (Irene Salazar), e intento de suicidio de la chica, previo paso por un cruceiro al que se abraza y en el que sólo los muy retorcidos y descreídos pueden ver un símbolo fálico.