La quema de Judas (1974)

La quema de Judas (Román Chalbaud, 1974)

Un comando revolucionario asalta un furgón blindado. Durante el atraco muere uno de los guerrilleros y el policía Jesús María Carmona (Miguelángel Landa). El botín asciende a 250.000 bolívares. Gregorio Herrera (Claudio Brook), un alto funcionario, se encarga de que, como garante del orden burgués, Carmona sea considerado un héroe. El cadáver será velado en su barrio, el misnitro del Orden Público le presentará sus respetos a la madre (María Teresa Acosta) y tendrá un funeral de estado al que acudirá su amante (Hilda Vera).

En paralelo, una serie de flashbacks nos muestran la auténtica vida de Carmona, una vida de delincuencia, con secuestro y asesinato incluidos, en la que su trabajo como policía era una tapadera para atracar el banco en el que ejercía labores de vigilancia. El hecho de que la madre se llame Santísima, que en la casa viva un muchacho con las facultades psíquicas disminuidas llamado Ángel y que sus cómplices tengan como alias Iscariote y Pilatos, apuntan hacia la escena final, de intenso sabor simbólico. La quema de Judas es una tradición secular en la que se entrega al fuego un monigote durante el Domingo de Resurrección en un rito de purificación y renacimiento. El comentario irónico es palmario porque, a pesar de haber descubierto la verdad, la administración seguirá adelante con la ficción del honrado policía, hijo del pueblo, caído a manos de delincuentes cuando protegía la seguridad pública.