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El ascenso de Jairo en el burdel caraqueño de La Garza: "El pez que fuma".
GÉNERO: Drama
El pez que fuma (Román Chalbaud, 1977)
¿Cuenta El pez que fuma la caída de Dimas (Miguelángel Landa) o el ascenso de Jairo (Orlando Urdaneta)? ¿Son ellos los protagonistas o las mujeres que los manejan: La Garza (Hilda Vera) y Selva María (Haydée Balza)? ¿Es El pez que fuma un burdel donde se da cita la sentimentalidad de las clases marginadas de Venezuela o, simple y llanamente, una sinécdoque de todo el país?
La respuesta es ambivalente, como siempre que se utiliza la ironía. Chalbaud recurre a él para exasperar hasta el delirio el relato y la puesta en escena, desde la misma escena inicial en la que la llegada de los nuevos colchones al burdel se convierte en una fiesta en la que participan putas, niños y tullidos y en la que el fuego acaba con los viejos colchones recién relevados de su menester.
Ese mismo día llega a El pez que fuma Jairo, un joven que ha estadoen la cárcel y al que Tobías (Ignacio Navarro) ha recomendado que se presente a La Garza para pedirle trabajo. Tobías ha sido sustituido en el baqueteado corazón de La Garza por Dimas, que al principio ve al chico como una amenaza, aunque termina por aceptarlo. Selva María quiere abandonar el prostíbulo, pero Jairo le promete que, si se queda junto a él, algún día todo aquello será suyo. Dimas invierte las ganancias en droga y en el juego. La Garza se deja seducir por la juventud de Jairo. Desde el patio de la cárcel, también Tobías juega sus cartas.
Chalbaud nos introduce en la acción a través del catalejo con el que El Bagre (Rafael Briceño) espía los alrededores del burdel y la llegada del camión de los colchones. Mediante este artificio nos coloca en la posición de mirones explícitos de un microcosmos marginal en el que el sexo es simple valor de cambio. El otro mecanismo que articula toda la narración es la música popular -boleros carcelarios de Daniel Santos, tangos necrófilos de Gardel...- cuya función de comentario brechtiano a la acción es radicalmente transparente.