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Los Vila cuentan con el modesto estipendio del pater familias para salir adelante. Pero el señor Vila no acepta, como honrado contable que es, realizar los apaños que le pide su jefe. Así que se encuentra en la calle.
GÉNERO: Drama
La familia Vila (Ignacio F. Iquino, 1949)
Iquino propone una particular versión de la paz social a ritmo de sardana dominical en el parque de la Ciudadela y bajo la tutela de la torre de la iglesia del Pino, que sirve de "centinela protector" a los habitantes de un modesto hogar de la calle Petritxol: los Vila. La familia Vila sirve así de sinecdoque a la calle, a la ciudad, a Cataluña y a España.
Sobre el cabeza de familia (José Isbert) caerán más desgracias que sobre el santo Job. Y todo por culpa de la ambición y el deseo de ascenso social. Elvira (Juana Soler / Juny Orly) ansía una vida ajena a las estrecheces económicas, que cree poder conseguir junto al industrial bilbaíno Alsúa (Fernando Nogueras). Huye con él el mismo día en que alcanza la mayoría de edad. En ese mismo momento, el señor Vila (Pepe Isbert) está rechazando una oferta de su jefe (Juan de Landa) para vender bajo cuerda la harina que comercializan a precio superior al tasado por el gobierno. Vila declina el deshonroso ofrecimiento y se queda de patitas en la calle.
Vila se verá obligado a aceptar el puesto de conserje en una entidad bancaria. Jaime (Jesús Colomer), el único hijo varón, habrá de renunciar a sus estudios de arquitectura para aportar un modesto peculio a la economía familiar. La señora Vila (María Francés) y la hija mayor (Maruchi Fresno) tendrán que bordar a todas horas, a consecuencia de lo cual ésta pierde la vista. El abuelo (Modesto Cid) fallece. Alsúa, que era una buena persona, muere atropellado cuando acude a recoger los papeles para casarse con Elvira...
Y, sin embargo, la bondad de amigos y vecinos, el dolor provocado por las desgracias y la providencia divina terminan reconduciéndolo todo hacia un final feliz en el que la unidad familiar del modesto hogar de la calle Petritxol queda restituida a ritmo de sardana dominical y bajo la tutela de la torre de la iglesia del Pino.