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Los años desnudos. Clasificada S (Félix Sabroso y Dunia Ayaso, 2008)
Sandra Valle (Candela Peña), Lina Mora (Goya Toledo) y Eva Millán (Mar Flores) son las protagonistas de las películas de Marcos Viela (Antonio de la Torre): cintas de monjas calentorras o mujeres entre rejas, cine de destape, "clasificado S" según la denominación oficial en España del blandiporno y la violencia atentatoria contra el buen gusto entre 1978 y 1983, antes de que entrase en vigor la legislación en torno al cine porno, "clasificado X". El cameo de Susana Estrada es casi una declaración de principios. Pues bien, esta laguna de producción bajo la etiqueta vergonzante dio lugar a un pequeño star system cuyo ascenso y caída narra Los años desnudos. El pregenérico presenta a las tres protagonistas. Sandra aspira a ser una gran actriz; su problema es que es incapaz de medir las consecuencias de sus elecciones, que con los hombres se equivoca siempre y que su carrera le ha hecho romper con su familia. Lina tiene prisa por vivir: alcohol, drogas, promiscuidad, todo vale con tal llenar el vacío que constutuye su vida. Eva ha escapado de la pequeña ciudad de provincias y de los abusos incestuosos a los que la ha sometido su hermano desde niña, pero el trauma la ha convertido en una mujer fría, incapaz de entregarse e, incluso, comunicarse.
En el momento álgido de sus carreras, Ángel (Luis Zahera), un productor de éxito, les ofrece hacer una película. Sandra se mete en su cama pensando que es el modo de acceder por fin al cine de verdad. La distante Eva terminará casándose con él. Lina tiene se enrolla con él a cambio de dinero con el que pagar la heroína a la que se ha enganchado con Marcos. En el desarrollo de este panorama de ambición sociológica, la película deriva hacia el melodrama individual femenino. Los hombres han sido la desgracia de estas tres mujeres que se harán fuertes en una amistad que sólo al borde de la tragedia puede ser total.
En la columna del haber una utilización más allá de lo evidente de las canciones de época y las interpretaciones de Candela Peña y Goya Toledo. En la del debe, algunos tópicos evitables -el amigo gay como paño de lágrimas-, situaciones resueltas con torpeza en el guión -el nulo impacto dramático de la revelación de la relación incestuosa-, y, sobre todo, la incapacidad de Mar Flores para transmitir nada. Claro, que Little Giraffe, la productora es suya, así que la película partía de este pie forzado.