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Ley del mar (Miguel Iglesias Bonns, 1950)
Producciones Acor es una compañía de vida efímera fundada por Mario Roca Romero que respalda el rodaje de Adversidad (Miguel Iglesias, 1944), financia Las tinieblas quedaron atrás (Miguel Iglesias, 1947) y, según el propio Iglesias, habría servido de cobertura a Cayetano Hidalgo, amigo íntimo del responsable de Universal Films Española, para producir Ley del mar sin tener que resucitar su propia marca, Hidalguía Films.
Rodada en el verano de 1949, calificada en 1950, pero no estrenada hasta 1951 en Barcelona sin publicidad y como complemento en un programa doble a pesar de ser distribuida por Universal Films Española, pospuesto su estreno madrileño hasta 1953, el cuarto largometraje de Miguel Iglesias apenas encuentra lugar en la historia del cine español por ser el primero rodado en Ibiza. En la del cine europeo figura como una nota al pie, al intervenir como actor en ella Robert Le Vigan, sólido actor francés que había protagonizado varias películas de Julien Duvivier.
Le Vigan interpreta al padre de Antonio (el pelotari Román Bilbao), enamorado de Margarida (Isabel de Pomés). El padre pretende que su hijo se case con María (Mercedes Monterrey), futura heredera de un campesino enriquecido. Para él la tierra lo es todo y las gentes del mar nunca tendrán nada. Pero tampoco entre los pescadores hay acuerdo. Lorenzo (Félix de Pomés) está enfrentado con Mariano (Juan Monfort), que esquilma los bancos pescando con dinamita. Durante los ritos del cortejo, fuertemente formalizados según las costumbres isleñas, Antonio desdeña a María y se acerca a Margarida. Se ha enfrentado a su madre porque sospecha que ha ayudado a Mariano a vender la pesca. A consecuencia de ello, se enrola en la tripulación de Lorenzo. Cuando Mariano les tiene una trampa, ocultando un alijo en la barca de su rival y denunciánodolos a la guardia costera, Antonio resuelve el entuerto y esto le abre el camino al corazón de Margarida. Una vez celebrada la boda quedan por dilucidar el desencuentro de Antonio con su padre y la rivalidad entre Mariano y Lorenzo, tramas que se resolverán, según la preceptiva aristotélica, en el clímax de la cinta.