índice del sitio
Inicio | Películas contadas | Perfiles | Canon | Blog | Sobre DQVlapeli | Contacto | Política de la comunidad | Aviso legal© 2024 Dequevalapeli.com
Cuando el cuerno suena (Luis María Delgado, 1974)
Cuando el cuerno suena es el landismo quintaesenciado y a la vez su negación. A partir de un guión de Santiago Moncada que, como veremos inmediatamente, asume todos los elementos argumentales del ciclo, Luis María Delgado compone una película premeditadamente melancólica a lo que coadyuva la partitura ninorrotiana de Carmelo Bernaola. Y es que los referentes ambientales —las fuerzas vivas de Medina de los Azores, la compañía de revistas que visita el pueblo, el burdel rural de Mamá Rosa (Guadalupe Muñoz Sampedro)...— son plenamente fellinianos. Otra cosa es la puesta en escena, claro, apegada a la eficacia económica del zoom.
La cinta presenta al clásico macho rural celtibérico (Alfredo Landa), incapaz de preñar a su mujer, una vedette (África Pratt) que se quedó en el pueblo al comprobar la fogosidad amatoria de este boticario de pelo en pecho, pero apto para dejar embarazadas en una sola noche a tres mozas de armas tomar: la ingenua Julia (Sandra Mozarowsky), la fogosa Matilde (Josele Román) y la casquivana extranjera Mary (Marcia Bell). Las fuerzas vivas, que matan sus ratos de ocio a base de hipocresía en el burdel de Mamá Rosa (Guadalupe Muñoz Sampedro), ponen el grito en el cielo cuando las inseminadas son sus propias hijas y juran venganza, lo que propicia que el boticario se travista de doncella de burdel o de nazareno penitente. Delgado parece más dispuesto a buscarle a estas peripecias la vuelta sentimental que la estrictamente cómica. No por ello son descartables las citas genéricas: la noche de autos tiene lugar en el castillo del pueblo, con una escenografía entre medieval y terrorífica, amén de que en los primeros compases de la película, la descripción de los personajes del drama al modo de Bienvenido, míster Marshall (Luis G. Berlanga, 1953) incluye una cita a La orgía nocturna de los vampiros (León Klimovsky, 1973), otra producción de Frade, claro. El final moralista evacúa a las tres embarazadas del pueblo con sucedáneos de finales felices para que el boticario y la vedette vuelvan a intentar tener descendencia dentro del matrimonio sacramentado.
Un seno visto y no visto de África Pratt delata el quiero y no puedo de la "comedia sexy" en el año 1974.