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Dos chicos de una aldea buscan dinero para arreglar la campana.
GÉNERO: Drama
Sucedió en mi aldea (Antonio Santillán, 1956)
Aunque ya había despuntado modos en su díptico con Conrado San Martín -Lo que nunca muere (Julio Salvador, 1954) y Sin la sonrisa de Dios (Julio Salvador, 1955) - Pepito Moratalla se revela en esta película de Santillán y en Yo maté (José María Forn, 1957) como el anti-Joselito. Todo lo que en este es orfandad, desvalimiento y un puntín de misantropía, tiene su reverso en Moratalla: golfo, independiente, lenguaraz... Además, el guión de Manuel Bengoa, con situar al Chispa (Moratalla) y a su compañero Ratón (Javier Rocasalbas) como monagos en una pequeña comunidad rural cuyo objetivo es viajar a Madrid para traerse una campana nueva para la iglesia, la religión y la providencia divina resultan por completo ajenas al argumento... a no ser que el que los niños resulten agraciados con un tercer premio en el sorteo de la lotería sea debido a la providencia, cosa que la película tiene el buen gusto de no subrayar.
La película se divide en tres actos canónicos. El primero y el tercero tienen lugar en la aldea y el segundo, en el que la picaresca campa a sus anchas, en un Madrid de sainete en el que el fundidor de campanas tiene los rasgos de Antonio Riquelme y el vigilante de las basrcas del estanque del Retiro los de José Isbert. En este personaje se condensa todo el patetismo melodramático de la historia -un hijo muerto en la mar y la adopción de los dos golfillos como los nietos que ya nunca tendrá-, pero se trata sólo de una escena y la empleada de al administración de loterías que acompaña a los chavales para que cobren el boleto premiado (Maruja Villora) carece de estatus de figura materna, como habría sido preceptivo en cualquier película del "pequeño ruiseñor".
Rafael Luis Calvo y Joan Capri encarnan a los dos canallas de la aldea -porque los cuentos deben tener su villano- y Gila -cedido por Iquino, según los créditos- hace un pregonero que va a su bola, añadiendo antisentimentalismo a la trama: "Daremos una comida de hermandad a los dos pobres que tenemos en el pueblo; aceptaos [los dos filetes que ofrece el secretario], que los pobres tienen buenos dientes", "Para qué van a aquerer los gitanos un niño, si fuera una gallina...".