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Un hombre decidido va ascendiendo en el seno de un grupo de gánsteres que está haciendo fortuna en Chicago durante la Ley Seca.
GÉNERO: Acción,Policiaco
Tiempos de Chicago / Tempo di charleston (Julio Diamante, 1969)
Como muchos compañeros egresados de la Escuela Oficial de Cinematografía, Julio Diamante debe reciclarse a finales de la década de los sesenta con la defunción del Nuevo Cine Español en el que se encuadran Tiempo de amor (1964) y El arte de vivir (1965). La oportunidad le llega de la mano del productor Eduardo Manzanos, uno de los más firmes puntales de las coproducciones con Italia de consumo rápido. En vías de extinción también el filón del western mediterráneo, él y sus socios italianos decidieron probar fortuna con el genero gangsteril, de moda tras el éxito de Bonnie and Clyde (Arthur Penn, 1967). La imposibilidad de recrear el ambiente con solvencia lastra, no obstante, las intenciones iniciales de una película que se adivina realizada desde la cinefilia, con Scarface (Howard Hawks, 1932) y The Roaring Twenties (Raou Walsh, 1939) por norte.
Diamante pone el énfasis en el carácter migrante de la delincuencia organizada en los Estados Unidos de los años veinte, pero no por espíritu xenófobo, sino con la intencion de resaltar que en una sociedad puramente capitalista la única posibilidad de ascenso social para los recién llegados al país es el crimen. La banda de Erik El Sueco (Peter Lee Lawrence) entra en guerra con la de los judíos por el asalto a un camión de licor clandestino. Hasta el Club Flamingo, desde el que operan, conduce el camión uno de esos hombres sin ataduras a los que la Depresión lanza al camino. Francesco "Frank" Lo Faro (William Bogart / Guglielmo Spoletini) está dispuesto a ascender rápidamente en el escalafón del gang, lo que incluye conquistar a la bella Lucie (Ingrid Schoeller), la amante de Erik. A éste lo mantiene bajo férrea vigilancia el capitán Harper (Eduardo Fajardo), pero los contactos con un senador a sueldo del jefe del crimen organizado, Big John (Philippe Hersent) le permitirán librarse momentáneamente del acoso, pero no de los ataques a base de ametralladora Thompson de las bandas rivales.
Más que la violencia de estas escenas molestó a la censura española algún atisbo de sadismo por parte del cabecilla de la banda hacia su chica, que sólo se pudieron ver en la versión internacional.