La canción de Aixa (1939)

Por Dqvlapeli Blog - De qué va ... - 10/04/2014

La canción de Aixa (Florián Rey, 1939)

El imaginario romántico de la España islámica y la idealización del Protectorado marroquí sirven de marco a la quinta y última producción de la Hispano Film Produktion, empresa radicada en Alemania, cuyos promotores estaban vinculados a la actividad de propaganda del bando sublevado durante la Guerra Civil.

Son varios los historiadores que atribuyen la cualidad errática y casi sonambúlica de La canción de Aixa al hecho de que se produjera en el momento de la ruptura matrimonial entre Florián Rey e Imperio Argentina. Juntos habían alcanzado las más altas cotas de popularidad del cine producido por Cifesa durante la República y juntos habían cosechado un clamoroso éxito con su anterior producción berlinesa: Carmen, la de Triana (1938). Sin embargo, los condicionantes argumentales y de producción tampoco ayudan a que la cinta alcance la coherencia deseada.

El rodaje en Tetuán y Larache se produjo en los últimos meses del año 1938, con denuncias por parte del Departamento Nacional de Cinematografía de que no habían sido informados de este extremo. Los planos rodados en Marruecos sirven siempre de transición. Ninguna escena importante se desarrolla en exteriores, lo cual distancia a la película de otras aparentemente homólogas del ciclo de aventuras coloniales. La obligación de desarrollar la mayor parte de la acción en decorados y la opción por el diálogo para vehicular el contenido dramático provocan una suerte de literaturización continua. Para colmo, la dinámica Imperio Argentina de Carmen, la de Triana se ve aquí constreñida por un estatismo que afecta, incluso, a los números musicales, resueltos por Florián Rey en planos medios y con la actriz sentada. Apenas la danza de los velos, en la que ella no interviene, revela la vivacidad que el director había sabido imprimir a fragmentos análogos de anteriores películas.

Aixa (Imperio Argentina) es la cúspide de un triángulo cuyos otros dos vértices son Abslam (Manuel Luna) y Hamed (Ricardo Merino). Abslam es militar, practicante de la religión y observante de las tradiciones. Hamed es indolente, viste a la europea, acude a teatros de variedades y se ha enamorado de Aixa, una mestiza. También lo hará Abslam. Éste terminará casándose con ella pero acatará su voluntad de no consumar el matrimonio. La enemistad ancestral entre las cábilas de Abslam y Hamed y los deseos de ambos de sellar la paz son, no obstante, fuente de tensiones internas cuya resolución conducirá a la del conflicto romántico.

A pesar de que Aixa actúa como catalizador, el protagonismo recae en Abslam, caudillo de su pueblo por la gracia de Alá, ungido por una vocación de servicio rayana en el masoquismo y practicante de un fervoroso "si vis pacem para bellum" en el que no es difícil ver un trasunto idealizado de Franco.

Junto a Romancero marroquí (Carlos Velo, 1939), La canción de Aixa constituye el mayor empeño de la alianza cinematográfica hispano-alemana por dotar de contenido simbólico (y político) a la presencia de España en Marruecos y a la participación de tropas marroquíes en la Guerra Civil.