Acuérdate de vivir (1953)

Acuérdate de vivir (Robeerto Gavaldón, 1953)

Yolanda (Libertad Lamarque), profesora particular de música, ha renunciado al matrimonio con tal de dejar casadas a sus hermanas. Cuando la mediana le arrebata a su prometido, marcha a la ciudad y se dedica a la enseñanza musical en una escuela infantil. Pero un buen día uno de sus alumnos se pone enfermo y cuando los padres regresan de su viaje a Estados Unidos le piden que se quede en la casa, criando a los tres niños, dado que la mujer, Leonor (Carmen Montejo), está prostrada en una silla de ruedas, y el marido (Miguel Torruco) viaja constantemente para atender a sus negocios. La vida discurre así plácidamente hasta que el antiguo prtendiente se presenta en la casa y le pide que se case con él ahora que su hermana le ha abandonado. Cuando ella le rechaza, la acusa de ser la amante del pater familias. El hijo mayor (Joaquín Cordero) crecerá albergando este sórdido rencor contra la amiga de su madre.