índice del sitio
Inicio | Películas contadas | Perfiles | Canon | Blog | Sobre DQVlapeli | Contacto | Política de la comunidad | Aviso legal© 2024 Dequevalapeli.com
España, país neutral en tiempos de la Gran Guerra y de espionaje internacional. Enrique está enamorado de Loli, pero la madre de ésta quiere casarla con un ingeniero de pro. Emrique ha suspendido el curso. Por suerte, él y Loli veranean en el mismo pueblo costero.
GÉNERO: Comedia,Infancia
Novio a la vista (Luis G. Berlanga, 1954)
La escena inicial de Novio a la vista es una de las más citadas del cine de Berlanga. Enrique García Hurtado (Jorge Vico) debe examinarse inmediatamente después del Infante. Con evidente untuosidad los catedráticos le preguntan al vástago real la lista de los Borbones, que el examinando suelta de corrido culminando con “… Isabel II, Alfonso XII y papá”. Cuando el pobre Enrique tiene que exponer ante el tribunal el tema del Imperio Austrohúngaro, un bedel retira diligentemente la butaca y le deja una triste silla. Igual da, porque Enrique no ha estudiado nada.
Todos sus intereses se centran en sus juegos de espías y en Loli (Josette Arnó), una chica de su misma edad. Los preparativos de la partida hacia el veraneo los ha relatado también Neville en otros sitios, cuando viajar en automóvil de Madrid a La Granja de San Ildefonso (Segovia) requería preparativos que podían llevar una semana.
Los chicos van a veranear con sus familias a Lindamar, una playa del Mediterráneo. La llegada de los Villanueva, una institución entre los veraneantes y, sobre todo, del sobrino Federico Villanueva (José María Rodero), pone en alerta a la madre de Loli pues el muchacho es ingeniero y un partido estupendo. La chica se ve obligada a ponerse unas medias y sus primeros zapatos de tacón, lo que le acarrea las burlas del resto de los chicos.
Una vez superadas las diferencias todos se atrincheran en las ruinas de un castillo cercano hasta que los padres admitan que Loli no quiere vestirse de mayor. Las familias montan una operación militar de asalto a la fortaleza de la que saldrán repetidamente derrotadas. Hay serias discusiones entre los tres generales divididos por sus filias aliadas o germanas. En un momento de inusitada audacia -la acción se sitúa en 1918, pero la película se rueda en el verano de 1953- Berlanga pone en boca de uno de sus personajes la siguiente sentencia: “ante esta diferencia de criterios, creo que ya es hora de que el poder civil asuma el mando”.