O canto do mar (1953)

Por Dqvlapeli Blog - De qué va ... - 23/10/2015

O canto do mar (Alberto Cavalcanti, 1953)

El joven Glauber Rocha siguió los pasos del joven François Truffaut. Ambos propugnaban que la creación de un cine nuevo -etiquétese como Nouvelle Vague o Cinema Novo- pasaba por el derribo del "cine de papá". Y en el caso de Brasil, el padre al que había que asesinar era Cavalcanti, formado en Francia en tiempos de las vanguardias históricas y uno de los principales artífices del movimiento documentalista británico. Tras su paso por los Ealing Studios de Michael Balcon, Cavalcanti regresa a Brasil con el encargo oficial de consolidar una industria nacional.

Parte de este empeño es O canto do mar, que obtuvo diversos premios en el momento de su estreno y fue seleccionada por el Festival de Cannes para representar a Brasil en 1954. Sin embargo, a principios de la década de los sesenta, Glauber lo emparenta con la producción de la Vera Cruz decretando que es "un cineasta del pasado". El futuro cineasta se siente ofendido por la particularización del drama de la migración, por su folklorización del asunto y por el tratamiento visual deudor de los treinta. La estructura general de la película parece darle la razón. Las viñetas documentales -incluido el prólogo, concebido según los parámetros de la escuela documentalista británica- se entrelazan con los afanes de una modesta familia de los suburbios de Recife, en cuyo puerto los fugitivos de la sequía pretenden embarcar hacia un Sur próspero y fecundo.

El drama familiar tiene como centro a la madre (Margarida Cardoso), una lavandera que lucha por sacar adelante a su familia. El padre, Zé Luis, es un marinero "que perdió la gracia del mar"; un golpe en la cabeza lo volvió tarumba y su mujer confía en poder ingresarlo en un manicomio. El primogénito, Raimundo (Rui Saraiva), le promete escapar con él en uno de los barcos que recalan en el puerto, pero también quiere llevarse a Aurora (Aurora Lhune), la hija del propietario de la taberna, a la que los clientes acosan a todas horas. Bonina (Cacilda Lanuza), la hija adolescente, se siente deslumbrada por el lujo que descubre en la zona prostibularia del puerto, donde suele acudir a entregar la ropa limpia. El pequeño Silvino muere de unas fiebres sin que se pueda hacer nada por salvarlo en aquel ambiente miserable. Los otros dos hijos buscan el modo de tomar su camino y María recibirá, uno tras otro, los dardos del destino.

Cavalcanti reelaboraba así En rade (1928), una película suya de ambiente marsellés, pero incluía precisas observaciones sobre la situación social de su país natal a principios de los cincuenta en un relato esencialmente lírico. Extranjero en su propia patria, dejado de lado por el público y denostado por quienes urgen a un inmediato cambio social, Cavalcanti dirige otra cinta más para Kino Filmes, Mulher de verdade (1954), y regresa a Europa.