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El cantor de México / Le chanteur de Mexico (Richard Pottier, 1956)
El cantor de México es la primera película de Luis Mariano en pantalla ancha. La cinta sigue el esquema habitual de las adptaciones cinematográficas de las operetas de Francis Lopez protagonizadas por el tenor irunés: canciones a porrrillo, escenarios exóticos, un par de mujeres que se disputen el amor del cantante y un fiel compañero que se haga cargo de la comedia. Como en El sueño de Andalucía / Andalousie (1951) el propio espectáculo a representar forma parte de la trama principal, proponiendo un sencillo juego de espejos entre la imagen estelar del protagonista y su origen modesto.
Vicente Etxebar (Luis Mariano) es un humilde muchacho de Lesaca que canta que es un primor. Bilou (Bourvil), su compañero de fatigas, es abordado por un empresario de espectáculos parisinos llamado Cartoni (Manolo Morán), que ha tenido un gran éxito en París con la opereta "El cantor de México" protagonizada por Eva Marchal (Tilda Thamar) y Miguel Moreno. El acaudalado Martínez (Santiago Rivero), encaprichado de Eva, quiere llevar el espectáculo a México, pero el protagonista masculino dejó allí abandonada a una terrible mujer apodada "La Tronada" y no está dispuesto a regresar por nada del mundo. Cartoni decide sustituirlo por Vicente, quien llevará el nombre artístico de Miguel Moreno.
Entre tanto, los dos amigos lesakarras se han trasladado a París e intentan entrevistarse con el empresario infructuosamente. En la humilde pensión en la que se alojan conocen a la pizpireta Cri-Cri (Annie Cordy), enamorada perdidamente de Vicente. Pero cuando por fin encuentren a Cartoni y acepten viajar a México, Eva también se encapricha con el cantante.
El enredo sentimental sigue y sigue sin otro objeto que devanar la madeja de las tonadas de Luis Mariano, con alguna intervención musical cómica a cargo de Annie Cordy y Bourvil, como un lamentable cha-cha-chá. Al ritmo de las melodías se van desplegando en la pantalla las panorámicas en Cinemascope de San Sebastián, París, México D.F. y Acapulco; escenografías tópicas para unas canciones hechas de un recosido de lugares comunes.